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domingo, 8 de julio de 2012

Hey why don't you just get up and dance man?

Que tal! Les compartiré una de las cosas que e dejado de hacer, antes que nada deben saber que tengo una debilidad por los juegos de ritmo de todo tipo en especial por este, hace algún tiempo lo practicaba muchísimo, a tal grado de llegar a un pequeño torneo, sin mucho éxito pero con mucha satisfacción.



Comencé en mis años de secundaria influenciado por algunos amigos que lo practicaban, en un principio me resistí a subirme por que “no me gusta” aunque en el fondo deseaba poder intentarlo, mi razón de negarme: me daba pena, cosa que a muchos nos pasa, se van a burlar de mi, pensaba.

Hasta que un día el local que frecuentaba estaba vacío, entonces me anime, temeroso deslice aquellas monedas por la máquina y titubeante subí a esa plataforma que me desafiaba con sus luces parpadeantes y ese sonido que me incitaba a mover las piernas, de tanto ver como jugaban sabia como funcionaba y que debía jugar en un principio, por fortuna la máquina te dejaba jugar una canción no importando lo malo que fueras, termine aquel crédito con una sensación muy placentera como esa que sientes cuando te encuentras dinero en aquel pantalón que estaba botado en el fondo de tu closet,  jugué unas cuantas veces algunas sin éxito, me sudaban las manos, me temblaban las piernas, era genial…

Esa misma tarde no podía dejar de pensar en esa máquina, lo se es enfermo obsesionarse con un juego, solo deseaba mejorar y ser como esos chavos y chavas que bailaban tan bien, que tenían a una pequeña multitud observando como hacían para agarrar esa absurda cantidad de flechas sin perder el “estilo”.

El tiempo paso, ese miedo se convirtió en hambre por probar nuevas canciones, “sacar” nuevos pasos, al sentir ese ritmo en mis oídos los pies se movían solos, dejó a pasar de ser una simple máquina de baile a una forma de diversión que no había experimentado, en ese entonces comencé a trabajar, así que tenia como sostener “mi vicio” académicamente no era malo así que todo estaba en armonía, lo mejor de todo es que siempre hay alguien mejor que tu, siempre lo abra y en mi caso lejos de sentirme mal por la “rastriza” que me daban, le veía el lado bueno, sonreía le decía lo bueno que era y que le ganaría en un futuro, lo conseguí un par de veces.

Llegue en ocasiones a salir a correr en las mañanas, para mejorar mi resistencia, hacia ejercicios de respiración, a alimentarme mejor, a organizarme para tener tiempo suficiente para ir al local, los fines de semana solía jugar entre 15 o 20 créditos, iba a otros locales en busca de “retas” para mejorar al mismo tiempo que conocía más gente igual y mas clavada que yo, en fin tubo más cosas buenas que malas.

Conocí a muchos amigos, algunos de ellos se me adelantaron en este camino, muchos otros aún siguen en esto, algunos nos hemos apartado un poco, recuerdo esas tardes sentado el tablero, tratando de comprender como tenia que cruzar los pies para agarrar las flechas, discutiendo por que “x” canción era tan difícil y como superarla, con mi litro de agua y mis amigos al lado, bellos tiempos.
Me divertía muchísimo, eso si sudaba como cerdo, hace un par de días pude ir de nuevo, hace mucho tiempo que lo había dejado, tal vez un par de años sin jugar como lo hacia, solo pasar de vez en cuando para saludar a los amigos y un par de créditos, por los viejos tiempos.

Mi preferida:
Ahora tengo profundas ganas de hacerlo de nuevo, y tratare de ir mas seguido es algo que me llena de inmensa felicidad, una enseñanza que me dejo todo este “juego” sin duda cuando eres perseverante, llegas a hacer cosas que ni tu te imaginabas que podrías lograr, así que sigue intentando no te rindas a la primera, visualiza como quieres verte y practica hasta lograrlo, también quítate el que dirán, haz lo te guste sin importar como te vean u opinen los demás, jodidos ellos que no se atreven a hacer cosas nuevas.

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